Alrededor de 400 personas participaron en la ceremonia civil, presidida por los Reyes de España y que contó con la intervención del hermano del periodista fallecido, José María Calleja, y de Aroa López, enfermera del hospital Vall d’Hebrón de Barcelona.

El jefe del Estado, el presidente del Gobierno y el Ejecutivo en pleno, presidentes del Congreso, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, presidentes de las Comunidades Autónomas, expresidentes del Gobierno, jefe de la oposición, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, alcalde de Madrid, junto a fuerzas parlamentarias y una amplia representación de las familias de las víctimas y de la sociedad civil, protagonizaron este homenaje de Estado, que tuvo lugar el pasado 16 de julio.

Al acto también se sumaron personalidades de instituciones internacionales como el presidente del Parlamento Europeo; la presidenta de la Comisión Europea; el presidente del Consejo Europeo; el alto representante de la UE; el secretario general de la OTAN; el director general de la Organización Mundial de la Salud y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo.

La Fisioterapia, a través del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, tuvo representación con la asistencia de la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Aurora Araújo.

HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS

El acto solemne y el silencio, que protagonizó el duelo por las víctimas de la pandemia, solo se vio roto por la intervención de un familiar de una víctima fallecida a causa del coronavirus, Hernando Fernández Calleja, y de Aroa López, enfermera y representante de los sanitarios y sectores esenciales que han luchado en primera línea durante estos meses, entre ellos, los fisioterapeutas.

Tras una ofrenda floral de rosas depositadas en el pebetero, que encendió la llama en homenaje a las víctimas, S.M. el Rey señaló la importancia de este acto solemne, un acto que «marcará huella en nuestras conciencias porque reconocemos y ensalzamos a miles de ciudadanos cuyas conductas han sido el mejor ejemplo de los valores cívicos y morales de nuestra sociedad y la mejor razón para nuestra esperanza colectiva».

Felipe VI quiso recordar a los fallecidos y familiares de las víctimas: «No están solos en su dolor, es un dolor que compartimos y su duelo es el nuestro», destacando que el acto hacía presente ese duelo ante todos los españoles. S.M. el Rey reconoció el trabajo de la sociedad civil y de tantos profesionales que, con su conducta, han demostrado «la voluntad de servicio a los demás» y a los que les debemos «una inmensa gratitud», así como ensalzó el ejemplo dado por el pueblo español en los momentos más duros.

El homenaje de Estado concluyó con un minuto de silencio tras la lectura de un poema de Octavio Paz, recitado por el actor José Sacristán.