Así lo ponen de manifiesto los fisioterapeutas madrileños con motivo de la celebración del Día Europeo de la Salud Sexual. La implicación del propio paciente en el tratamiento es uno de los factores más importantes en el éxito de la terapia.
Mantener la función del suelo pélvico en condiciones óptimas favorece, de manera indirecta, la prevención de una posible disfunción del orgasmo, según resaltan los fisioterapeutas madrileños. Así lo pone de manifiesto el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual, una jornada que supone una oportunidad para reivindicar la importancia del bienestar en este ámbito de la vida.
Los fisioterapeutas explican que la anorgasmia, dentro de las múltiples disfunciones posibles que trata la fisioterapia, puede aparecer en cualquier momento y por diferentes factores. “Podría ser una consecuencia del parto, de la menopausia, de tratamientos oncológicos como la radioterapia o la quimioterapia, pero también puede aparecer en cualquier otro momento de la edad adulta sin atender a ninguno de estos factores”, explica la portavoz del CPFCM y especialista en uroginecología, Marta Fontanet.
Y es que, de la misma forma que la anorgasmia puede aparecer en diferentes momentos de la edad adulta y motivada por distintas causas, la fisioterapia tiene la capacidad de tratar esta patología en algunos casos y, “aunque puede hacerlo a través de distintas técnicas manuales, de tonificación, autoconocimiento genital y perineal o educación de la disfunción sexual, entre otras; uno de los factores más importantes es la implicación del propio paciente”, añade Fontanet.
Además, tanto Fontanet como su equipo, formado por Marta Asensio y Patricia Pérez, destacan que, “al ser un problema que afecta a entre el 5% y el 40% de las mujeres en algún momento de sus vidas y tener causas multifactoriales, debería contar con un abordaje multidisciplinar en el que existiese una derivación bidireccional entre los distintos profesionales sanitarios implicados o especialistas en disfunciones sexuales”.
“Debemos partir de la premisa de que desde la fisioterapia no podemos tratar todas las disfunciones sexuales, pues no solo hay factores físicos o neurológicos implicados, sino también educacionales, culturales, emocionales y psicológicos. Por este motivo, abordar este tipo de problemas de forma multidisciplinar es fundamental para conseguir buenos resultados”, zanjan las expertas.