El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha reivindicado este martes una mayor presencia en los equipos multidisciplinares que tratan a los pacientes trasplantados, especialmente en los programas de pretrasplante, en los que “la fisioterapia es imprescindible, todavía queda mucho por hacer”.
Así lo han puesto de manifiesto las fisioterapeutas integrantes de la Comisión de Fisioterapia Cardiorrespiratoria del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Raquel Fernández Blanco y Mar Esteban Lombarte, con motivo del Día Nacional del Trasplante que se conmemora cada año el 27 de febrero.
Fernández y Esteban inciden además en la importancia de la fisioterapia en todas las fases del proceso de trasplante y recuerdan que la situación en relación al número de pacientes y fisioterapeutas en la Comunidad de Madrid “no es la ideal para un adecuado tratamiento del paciente, pues además en algunos hospitales todavía se trata a los pacientes únicamente en la fase del postoperatorio”. Estas expertas explican que la fisioterapia es complementaria en los equipos multidisciplinares que tratan a estos pacientes, pues las técnicas que llevan a cabo aportan al paciente una atención y un tratamiento que no pueden cubrir otras profesiones sanitarias.
En concreto, la fisioterapia respiratoria es indispensable en los casos de trasplante de pulmón y corazón a la hora de tratar al paciente a nivel, no solo respiratorio, sino también muscular. “Una vez el paciente está en planta se empieza a trabajar con técnicas respiratorias y musculares que le ayuden a adaptarse de nuevo a la vida diaria, y además en los casos de trasplantes de corazón se lleva a cabo el proceso de rehabilitación cardiaca que ha de comenzar lo antes posible en la preparación, y continuar después de la cirugía”, añaden.
La fisioterapia ayuda también a tratar el dolor, uno de los principales problemas que pueden surgir tras someterse a un trasplante cardiaco o pulmonar. “Es frecuente que tras la intervención, aparezca dolor en el tórax al respirar o al toser, síntomas que pueden producir sensación de agobio en el paciente y para lo que los fisioterapeutas ofrecemos técnicas y entrenamos al paciente para que el dolor sea lo menor posible”, declaran Blanco y Esteban.
Por último, hacen hincapié en la necesidad de alcanzar un mayor impulso de su figura en todo este proceso pues, tal y como indican “el fisioterapeuta no es solo la persona que valora las disfunciones o alteraciones musculares, respiratorias, o de la piel, sino que además es un apoyo importante a la hora de animar y apoyar anímicamente al paciente una vez sale de la UVI tras la operación”, concluyen.