Así lo ponen de manifiesto los fisioterapeutas madrileños con motivo de la celebración, este viernes, 17 de abril, del Día Mundial de la Hemofilia.
El tratamiento con técnicas de fisioterapia en pacientes con hemofilia juega un papel fundamental para mejorar la calidad de vida de estas personas, según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
Así lo ha puesto de manifiesto la Institución colegial con motivo de la celebración, este viernes, 17 de abril, del Día Mundial de la Hemofilia, una enfermedad hematológica cuyas principales manifestaciones clínicas son ortopédicas, entre las que destacan las hemorragias intraaticulares o hemartrosis.
De esta forma, los fisioterapeutas madrileños destacan su papel en el tratamiento de esta enfermedad, especialmente, en el momento de restaurar la funcionalidad de las articulaciones que se han visto afectadas por los posibles episodios hemorrágicos. Tal y como explica el fisioterapeuta, profesor de la Universidad Europea de Madrid y portavoz del CPFCM, Rubén Cuesta-Barriuso, “una vez frenada la hemorragia, aspecto que requiere un abordaje multidisciplinar, la fisioterapia juega un papel clave en la restauración del rango completo de la articulación, la propiocepción, el tono y la fuerza muscular periarticular”.
En este sentido, Cuesta-Barriuso destaca que la fisioterapia es una herramienta fundamental en el abordaje de cualquier fase de la enfermedad, aunque con mayor incidencia en fases avanzadas. “Si bien el tratamiento de hemorragias agudas para restituir la funcionalidad de la articulación es un aspecto clave los primeros años, el tratamiento con fisioterapia cuando el proceso degenerativo articular se ha instaurado, es fundamental para tratar el dolor crónico y las importantes limitaciones de movilidad e hipotrofia muscular”, detalla.
PREVENCIÓN E INCIDENCIA DE LA FISIOTERAPIA
Si bien la hemofilia es una enfermedad congénita, un estado musculoesquelético óptimo es el mejor agente preventivo en el abordaje de pacientes con esta patología y “junto al tratamiento profiláctico, el ejercicio físico y unos hábitos saludables en el día a día son claves en la prevención de hemartros y, con ello, del desarrollo de la artropatía hemofílica”, explica este experto.
En esta línea, subraya que “los actuales tratamientos farmacológicos hacen que los pacientes tengan una tasa de hemorragia mucho menor, aspecto que favorece que puedan realizar ejercicio terapéutico de una forma más segura por lo que, la individualización del ejercicio, la educación del paciente y sus familiares desde una edad temprana y el fomento de una vida activa y saludable, son un reto al que nos enfrentamos actualmente sin los miedos y limitaciones que existían antes”.
Sin embargo, incide en la importancia de que la fisioterapia alcance una mayor relevancia en el tratamiento de esta enfermedad pues “el desconocimiento de las técnicas que podemos aplicar, el miedo a provocar nuevas hemorragias y el poco desarrollo de la evidencia científica en una enfermedad rara como la hemofilia, hace que en España aún exista una baja implementación”.