El 63% de los fisioterapeutas ha sufrido o ha tenido conocimiento de algún caso de agresión, según un estudio realizado por el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), que se publica ante el 12 de marzo, Día Europeo contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios.
El problema de fondo, y el gran desafío sobre el que el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha querido poner el foco, es que los fisioterapeutas sepan identificar qué es una agresión, cuándo deben denunciar y que lo comuniquen, al menos, en algunas de las vías que tienen a su alcance.
Como destaca el comisario Manuel Yanguas, Interlocutor Policial Nacional Sanitario, “cualquier insulto, vejación o un empujón son delitos”, por lo que los profesionales sanitarios deben tomar conciencia de la necesidad de no normalizar ni justificar estas actitudes por parte de sus pacientes. “A veces hay empatía, como que ‘tenía un mal día’, pero es un delito”, subraya Yanguas.
Agresiones en Fisioterapia
El 45,9% de las agresiones a fisioterapeutas son verbales, el 10,7% son agresiones físicas, y el 6,7% sufrió ataques o amenazas a través de redes sociales, según el estudio “Situación actual en materia de agresiones, acoso, abuso y discriminación en Fisioterapia”, del CGCFE.
Un 45,6% de estas agresiones, verbales o físicas, tienen naturaleza sexual, lo que representa un reto adicional en el caso de los fisioterapeutas, por las características de su trabajo, que suele realizarse en entornos cerrados y privados donde solo se ubican el profesional y el paciente.
“Hemos tenido conocimiento de estas agresiones sexuales hace poco a través del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, y estamos analizando cómo abordar este problema. Son delitos, no se puede negociar, y tenemos que vencer el desconocimiento, porque la culpa solo la tiene el agresor”, destaca el comisario Yanguas. Los resultados de la encuesta del CGCFE sugieren que la mujer está más expuesta a sufrir agresiones, situaciones de acoso, abuso o discriminación en Fisioterapia.
Perfil del agresor
En cuanto a los agresores, la encuesta del CGCFE señala que el 66,4% son pacientes masculinos, frente a un 21,6% de pacientes femeninas. Otro 13,2% son familiares o acompañantes masculinos, frente a un 9,7% de acompañantes o familiares femeninos.
El 92,5% de las agresiones se producen en el lugar de trabajo, el 7,2% a través de redes sociales, un 4% en la calle y un 7,8% en otros lugares.
El personal sanitario es un colectivo vulnerable para sufrir situaciones descontroladas y violentas de pacientes, acompañantes o familiares. “Ser fisioterapeuta puede incluso agravar estas situaciones. El contacto y la cercanía que conllevan a veces los abordajes de fisioterapia y la soledad en algunas consultas pueden provocar un aumento de insinuaciones, situaciones vejatorias, desagradables y fuera de contexto. Todas ellas suponen, de una manera u otra, un tipo de agresión”, señala Montserrat Ruiz-Olivares, componente del Observatorio del Acoso y el Hostigamiento del CPFCM y del Observatorio de Agresiones del CGCFE.
Necesidad de denunciar
La Policía Nacional tuvo que realizar más de 10.000 intervenciones el año pasado por agresiones a profesionales sanitarios (3.000 en centros sanitarios y 7.000 en asistencias domiciliarias) y se practicaron 106 detenciones por agresiones a profesionales en el ámbito sanitario, pero solo se contabilizaron 406 denuncias.
La situación no está mucho mejor en Fisioterapia. El 89,7% de los fisioterapeutas agredidos no lo comunicó por ninguna de las vías que tienen a su alcance. Dentro de quienes sí lo hicieron, solo el 8,6% acudieron a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado o autonómicos. El 67,6% se tramitaron en el centro de trabajo; un 13% se denunciaron a sindicatos; y un 8,6% se denunciaron en el colegio profesional autonómico.
El CPFCM cuenta con el Observatorio del Acoso y el Hostigamiento, que no recibió ninguna denuncia durante 2024.
En este sentido, Manuel Yanguas recomienda presentar siempre una denuncia en caso de agresiones, ya que eso activa un protocolo de acompañamiento para el profesional agredido. “Cuando se produce una agresión, asesoramos al centro sanitario o a la persona y los acompañamos para que denuncien, así como durante cualquier acto de procedimiento penal, aunque los colegios profesionales suelen asistir a sus colegiados”, explica.
Además, el Interlocutor Policial Nacional Sanitario recuerda que “cuando se denuncia y detenemos al agresor, no reincide”.
Desde los colegios de fisioterapeutas y desde el sector sanitario en general se está incidiendo en la necesidad de denunciar siempre estas actitudes para atajarlas de raíz, crear entornos de trabajo seguros para los profesionales sanitarios y evitar que su trabajo suponga un riesgo para su integridad física y mental.
Por su parte, la Policía Nacional facilita asesoramiento legal, acompañamiento psicológico, difusión de información y formaciones. “Impartimos cursos sobre herramientas y técnicas de autoprotección, estrategias y tácticas de negociación y técnicas de control de la distancia y de evasión, en los que también intervienen profesionales de la defensa personal, para cuando te agarran, te empujan o te acorralan contra la pared”, destaca Manuel Yanguas.
Para consultar el estudio “Situación actual en materia de agresiones, acoso, abuso y discriminación en Fisioterapia”, del CGCFE, pincha aquí.
También relacionado con este asunto, el CGCFE ha publicado el “Documento Marco. La violencia en la relación clínica en Fisioterapia en España. Análisis descriptivo de la violencia sexual, física y psicológica y/o verbal”. Para consultarlo, pincha aquí