Con motivo del Día Mundial de la Bicicleta, que se conmemora cada año el 3 de junio, abordamos una serie de recomendaciones para personas con problemas de suelo pélvico.
Si bien el ciclismo no es el deporte más recomendable si existe algún problema de suelo pélvico, es perfectamente compatible debido a sus múltiples beneficios. “Únicamente habrá que tener especial cuidado con esta zona. En casos de prolapso además, el apoyo en el sillín puede resultar desagradable, incluso doloroso; por lo que un terreno estable ayudará a evitar dolores”, explican las integrantes de la Comisión de Uroginecología del CPFCM, Esmeralda Rojas y Elena Pérez.
En este sentido, es importante mantener una postura correcta en la bicicleta. “Es fundamental mantenerse erguido, evitando una inclinación excesiva hacia adelante y pedalear de pie, pues ejercemos una mayor presión sobre el periné”, recuerdan las expertas.
Por otro lado, generalmente se suelen asociar los problemas de suelo pélvico a mujeres, pero en el caso de los hombres, el uso de sillines de tamaños no adecuados puede incidir directamente sobre la próstata.
Esto, tal y como señalan Rojas y Pérez, “se puede solucionar utilizando un sillín de tamaño adecuado y en el que notemos que estamos apoyando los isquiones y que además sea de un tejido acolchado o con los sillines prostáticos, que cuentan con un orificio que disminuye la presión sobre la zona”.
En el caso de las mujeres, además de elegir terrenos firmes y estables, es recomendable evitar la práctica de este deporte en el posparto. “Aunque dependerá de cada caso y de lo que establezcan los profesionales sanitarios, en general es recomendable esperar varias semanas para asegurarse de que el suelo pélvico está recuperado después del parto”, detallan Rojas y Pérez.
En cualquier caso, es recomendable realizar calentamientos enfocados en el estiramiento de la musculatura de la faja abdominal, de la columna vertebral, de la pelvis y de los pelvitroncaleros. “Nuestro suelo pélvico es parte de un todo, está relacionado con diferentes estructuras, por lo que entrenar, calentar y estirar los músculos de forma eficaz es prevenir posibles lesiones en nuestro suelo pélvico”, manifiesta Rojas.
Además, es recomendable acudir a un fisioterapeuta que pueda realizar una valoración del suelo pélvico y desarrollar un plan de preparación adecuado a la condición física y necesidades del paciente. “De esta forma conseguiremos que el ciclismo se pueda llevar a cabo de una forma respetuosa y beneficiosa para el funcionamiento del suelo pélvico del paciente”, concluyen.