Problemas por practicar ejercicio terapéutico sin pautar

En defensa de la Fisioterapia madrileña y de la ciudadanía

El CPFCM ha mostrado su total oposición al “Plan de Digitalización de la Prescripción de la Actividad Física” ante las consejerías madrileñas de Sanidad; Educación y Deporte.

Hace unos días te informábamos de que el CPFCM en línea con el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), muestra su total oposición alPlan de Digitalización de la Prescripción de la Actividad Física” impulsado por la Conferencia Sectorial del Deporte.

El Colegio ha dado un paso más y ha denunciado este proyecto ante las consejerías madrileñas de Sanidad; Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía; y Cultura, Turismo y Deporte, ya que el Plan financia un proyecto para la prescripción de actividad física en el tratamiento de patologías desde el ámbito sociodeportivo.

De este modo, el Plan invade competencias propias de la Fisioterapia en la aplicación de ejercicio terapéutico para el abordaje de personas con patologías.

El Colegio seguirá dando los pasos necesarios en defensa de la Fisioterapia madrileña y para proteger y garantizar la salud de la ciudadanía, de manera que no se ejecute este Plan o, al menos, que se modifique con urgencia de manera sustancial.

La ley no cambia

El Colegio recuerda que una resolución -lo que ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE)- informa, no cambia ni modifica una ley. En este sentido, la resolución del 4 de julio establece cómo deben gastar las comunidades autónomas los nueve millones de euros con que se ha dotado al “Plan de Digitalización de la Prescripción de la Actividad Física”, que provienen de fondos europeos y destinados al fomento de la actividad física.

Pero, al contemplar en el Plan “la derivación al sistema deportivo/ comunitario de personas inactivas o con patologías que requieran pautas de actividad o ejercicio físico”, invade el territorio de la Fisioterapia, que es la actividad sanitaria capacitada para el tratamiento de patologías a través de ejercicio terapéutico.

Es decir: tal como establece la normativa española, un profesional no sanitario (como las personas licenciadas en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) no puede realizar actividades sanitarias y carece de competencias para prescribir tratamientos.

Por tanto, ante un evento adverso y la responsabilidad civil que se derivara, podría haber problemas en la cobertura al no ser un profesional competente.

Así, si una persona con una patología accede a estos programas y no hay un fisioterapeuta, el profesional que lo reciba tendría que derivarlo a un fisioterapeuta.

El Colegio también recuerda que, aunque el uso de estos fondos europeos esté destinado en parte a formar a profesionales de la Medicina y la Enfermería en el tratamiento de patologías a través del ejercicio terapéutico, en España ya existen profesionales con competencias claras y los conocimientos en este terreno: los fisioterapeutas.

Unidades Activas de Ejercicio Físico

Además, el CGCFE y el Sindicato de Enfermería SATSE han reclamado al ministro de Cultura y Deporte, Miguel Iceta, la integración de fisioterapeutas en las Unidades Activas de Ejercicio Físico, proyecto destinado a fomentar de forma segura e inclusiva entre la ciudadanía la práctica de la actividad física y el deporte para la salud (AFBS).

El rechazo del CGCFE y de SATSE se debe a que no se ha integrado a fisioterapeutas de Área, que desarrollan su labor en Atención Primaria, en las Unidades Activas de Ejercicio Físico (formadas por médicos y enfermeras), cuando son profesionales sanitarios que deben aportar su amplia experiencia para dotar a este proyecto de garantías muy beneficiosas para la sociedad.

La incorporación de fisioterapeutas a estos equipos garantizará la prevención e intervención sobre patologías y posibles lesiones sufridas durante el desarrollo del programa de ejercicios. Además, aportará una asesoría experta complementaria para trasladar recomendaciones importantes a los educadores físicos deportivos en cuanto al grado de actividad necesario o tolerable para cada persona, así como la definición de posibles riesgos y limitaciones que puedan presentar, en el momento de su alta sanitaria y en función de su situación clínica.

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