Virginia Urcelay, fisioterapeuta de la unidad de suelo pélvico de la Fundación Jiménez Díaz persigue visibilizar la incontinencia urinaria y dar consejos prácticos para tratar y prevenir este problema que sufrirá el 75 por ciento de las mujeres en algún momento de su vida, y que también afecta a muchos hombres, principalmente a los operados de próstata. La fisioterapeuta recuerda que “las pérdidas no son normales, aunque sean frecuentes” e informó que, desde las unidades de suelo pélvico, se lucha contra “la resignación” ya que se trata de una patología que, aunque no siempre, en algunos casos puede solucionarse incluso con un tratamiento de solo tres semanas”.
En este sentido, anima a los hombres y mujeres que hayan perdido “el control” a ponerse en manos de un especialista ya que, con ejercicios sencillos y reeducación miccional, en la mayoría de los casos se puede recuperar la funcionalidad plena de los músculos del suelo pélvico y, por tanto, la contención de la orina.
Según explica la fisioterapeuta, aunque se trata de una patología más frecuente entre las mujeres, porque el suelo pélvico masculino es más fuerte y no se ve sometido a agresiones hormonales, 24 de los 100 primeros pacientes de su unidad de suelo pélvico fueron hombres.
“También es incontinencia la enuresis, es decir, los escapes en la cama de los niños que por edad ya no deberían mojarla”, añadió. En estos casos, destaca la importancia de diferenciar entre responsabilizar y culpar al niño. “Tiene que ser consciente de lo que pasa, pero no ser regañado por ello”, explicó.
PREVENIR LA INCONTINENCIA URINARIA
Virginia Urcelay hace hincapié en que se trata de una patología que se puede prevenir si se conoce y se fortalece esa parte del cuerpo. Para ello, apuesta por la formación en este sentido desde los institutos.
“El cuidado de esta zona del cuerpo debería de formar parte de la educación de las personas antes de que aparezcan factores de riesgo como embarazos, partos, menopausias, etc.”, explica.
La fisioterapeuta informa también de cómo afectan los malos hábitos miccionales en la infancia al desarrollo de futuros problemas. “Por ejemplo, en los colegios muchas veces los urinarios no tiene tapa ni papel, lo que provoca que los niños no quieran ir al baño en el colegio y se aguanten hasta llegar a casa. Esto es un grave error para la salud del suelo pélvico”. Según detalla, los mayores factores de riesgo de cara a posibles incontinencias, prolapsos, dolores pélvicos en las relaciones sexuales, etc., son el embarazo, el parto y el posparto.
Sin embargo -añade- también existen otras prácticas perjudiciales, como los deportes de impacto para la zona, es decir, los saltos y las carreras. “Esto no quiere decir que no se puedan practicar estos deportes, pero sí, que habrá que hacer ejercicio de refuerzo del suelo pélvico para compensar”, asegura.