La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta a 55.000 personas en España.
Aunque a día de hoy no tiene cura, sí existen algunos tratamientos (farmacológicos y no farmacológicos) que pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad y a mitigar algunos de sus principales síntomas, como: problemas de visión, dificultad para mantener el equilibrio, debilidad muscular, problemas de deglución o fatiga, entre otros.
El CPFCM se suma al Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra el 30 de mayo, para concienciar a la ciudadanía sobre esta enfermedad, que afecta mayoritariamente a mujeres (el 75% de los diagnósticos, que además se producen principalmente en la franja de edad que va de los 20 a los 40 años).
Aymara Abreu, fisioterapeuta del CPFCM y experta en trastornos neurológicos, destaca los cinco principales beneficios que aporta la fisioterapia a las personas con esta patología:
1.- Control de los síntomas
“Aunque cada paciente manifestará unos síntomas concretos, la esclerosis múltiple tiene potencial incapacitante a medida que progresa, por lo que toda intervención que contribuya a preservar la autonomía del paciente será de utilidad”, señala Abreu. En este sentido, destaca la importancia de la fisioterapia en el control de los síntomas físicos de la esclerosis múltiple.
2.- Mejora en la movilidad
La esclerosis múltiple también puede afectar a la capacidad de movimiento de los pacientes, hasta el punto de comprometer su autonomía. Aunque la fisioterapia no frenará esta progresión, sí puede “mejorar la movilidad, la fuerza muscular y la coordinación, lo cual puede ayudar a los pacientes a realizar actividades diarias y mantener su independencia” todo el tiempo que sea posible, explica Aymara Abreu.
3.- Prevención de la discapacidad
La evolución de la enfermedad depende de múltiples factores y la fisioterapia puede ayudar a prevenir la discapacidad ante todos ellos, sobre todo en las primeras fases. Para ello, el fisioterapeuta pautará ejercicios, recursos y estrategias para mejorar la autonomía funcional del paciente y retrasar cualquier pérdida de autonomía.
4.- Manejo de la fatiga
Las personas afectadas por esclerosis múltiple a menudo manifiestan fatiga, entendida como una sensación de cansancio constante y difícil de revertir. El fisioterapeuta podrá enseñar al paciente ejercicios de conservación de energía para que pueda realizar sus actividades cotidianas sin manifestar tanto cansancio. Además, se trabajará en la priorización de actividades y en una estructura que permita realizar las más importantes cuando se tiene más energía.
5.- Mejora general de la calidad de vida
“La esclerosis múltiple puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas”, explica Aymara Abreu. Por ello, el fisioterapeuta podrá poner su experiencia al servicio del paciente para plantearle expectativas y metas realistas sobre el tratamiento de su enfermedad, lo cual mejorará tanto su bienestar físico como el mental.
Al tratarse de una enfermedad crónica que tiende a progresar, la estrategia debe pasar por mejorar la calidad de vida de la persona afectada en cada etapa de la misma, a través de herramientas y ejercicios enfocados a preservar su autonomía y bienestar.
Qué pacientes se pueden beneficiar
Cuando una persona recibe un diagnóstico de esclerosis múltiple, a menudo se centra en la búsqueda de un tratamiento farmacológico y deja a un lado la fisioterapia, ya que en las primeras fases de la enfermedad no siempre hay afectación física que comprometa su autonomía.
Por eso, desde el CPFCM se incide en la necesidad de implementar desde el primer momento un enfoque fisioterápico al tratamiento médico para poder aprovechar estos beneficios sin demora.
A pesar de ello, hay cuatro tipos de esclerosis múltiple, por lo que cada paciente deberá comprender la tipología de enfermedad que sufre y trabajar junto a su equipo médico y su fisioterapeuta en el enfoque más adecuado a sus necesidades.
Como destaca Aymara Abreu, en tipologías como la remitente-recidivante, que se manifiesta y evoluciona en forma de brotes, puede darse el caso de pequeñas mejorías en las que los síntomas incluso remiten de forma puntual. El fisioterapeuta trabajará junto al paciente para aprovechar los momentos de remisión y reforzar sus capacidades físicas.
Otro tipo de esclerosis múltiple es la secundariamente progresiva, en la que se observa una progresión constante que va generando discapacidad en el paciente de forma continuada. Aquí, el papel del fisioterapeuta se centrará en manejar los síntomas para mejorar la calidad de vida de la persona afectada. Es un trabajo similar al que se realiza en la primariamente progresiva, que se diferencia de la anterior en que en este caso no hay una primera fase en forma de brotes.
Por último, la progresiva recurrente, un tipo de esclerosis múltiple más raro, suele caracterizarse por un deterioro progresivo que se produce desde el primer momento, aunque también pueden darse brotes que contribuyen a acelerar el empeoramiento de los síntomas. En este caso, el fisioterapeuta trabajará para prevenir la discapacidad y mejorar la calidad de vida del paciente a través del manejo de los síntomas.
Fisioterapia en la sanidad pública
Una de las razones por las que muchas personas con esclerosis múltiple no acceden a un fisioterapeuta es por el coste de estos servicios. En ocasiones, las familias tienen que afrontar importantes desembolsos para atender al paciente, ya que se requieren materiales ortopédicos y medicamentos que pueden ser muy costosos.
Sin embargo, desde el Colegio de Fisioterapeutas de Madrid recuerdan que los pacientes con esclerosis múltiple pueden acceder a un fisioterapeuta de la Sanidad Pública si son derivados por su médico y cumplen determinados requisitos, que en España pueden ser diferentes en cada comunidad autónoma.
La recomendación del Colegio es que cada paciente consulte con su médico la posibilidad de comenzar un tratamiento de fisioterapia para personas con esclerosis múltiple a través de la Sanidad Pública, de manera que pueda implementar en su día a día los ejercicios, técnicas y estrategias necesarias para afrontar con mayor fortaleza física esta enfermedad en la que la fisioterapia puede servir de gran ayuda.