Si bien el ciclismo no es el deporte más recomendable si existe algún problema de suelo pélvico, es perfectamente compatible debido a sus múltiples beneficios. “Únicamente habrá que tener especial cuidado con esta zona. En casos de prolapso además, el apoyo en el sillín puede resultar desagradable, incluso doloroso; por lo que un terreno estable ayudará a evitar dolores”, explican las integrantes de la Comisión de Uroginecología del CPFCM, Esmeralda Rojas y Elena Pérez.
En este sentido, es importante mantener una postura correcta en la bicicleta. “Es fundamental mantenerse erguido, evitando una inclinación excesiva hacia adelante y pedalear de pie, pues ejercemos una mayor presión sobre el periné”, recuerdan las expertas.
Por otro lado, generalmente se suelen asociar los problemas de suelo pélvico a mujeres, pero en el caso de los hombres, el uso de sillines de tamaños no adecuados puede incidir directamente sobre la próstata.
Esto, tal y como señalan Rojas y Pérez, “se puede solucionar utilizando un sillín de tamaño adecuado y en el que notemos que estamos apoyando los isquiones y que además sea de un tejido acolchado o con los sillines prostáticos, que cuentan con un orificio que disminuye la presión sobre la zona”.
En el caso de las mujeres, además de elegir terrenos firmes y estables, es recomendable evitar la práctica de este deporte en el posparto. “Aunque dependerá de cada caso y de lo que establezcan los profesionales sanitarios, en general es recomendable esperar varias semanas para asegurarse de que el suelo pélvico está recuperado después del parto”, detallan Rojas y Pérez.
En cualquier caso, es recomendable realizar calentamientos enfocados en el estiramiento de la musculatura de la faja abdominal, de la columna vertebral, de la pelvis y de los pelvitroncaleros. “Nuestro suelo pélvico es parte de un todo, está relacionado con diferentes estructuras, por lo que entrenar, calentar y estirar los músculos de forma eficaz es prevenir posibles lesiones en nuestro suelo pélvico”, manifiesta Rojas.
Además, es recomendable acudir a un fisioterapeuta que pueda realizar una valoración del suelo pélvico y desarrollar un plan de preparación adecuado a la condición física y necesidades del paciente. “De esta forma conseguiremos que el ciclismo se pueda llevar a cabo de una forma respetuosa y beneficiosa para el funcionamiento del suelo pélvico del paciente”, concluyen.