La lucha contra el intrusismo, uno de los pilares estratégicos del Colegio, empieza a dar sus frutos. Según los datos que maneja el CPFCM, durante el año 2022:
.- El número de denuncias presentadas aumentó un 21,6%;
.- El 21,11% de las mismas llegaron a motivar una inspección, bien del Ministerio de Sanidad, bien del de Consumo; muy por encima del 10,8% del año 2021. Entre ellas, el 6,25% recibió una sanción económica;
.- El más numeroso es el porcentaje de casos en que se amonesta a los denunciados (profesionales independientes o clínicas): 32,22% (35,1% en 2021), normalmente con el fin de que corrijan comportamientos inadecuados; la publicidad engañosa, suele ser el más frecuente de ellos.
El intrusismo es un problema que afecta tanto a los profesionales como a la ciudadanía, ya que conlleva un elevado riesgo para la salud de la población. Solamente un profesional sanitario formado, capacitado y colegiado puede valorar, tratar, supervisar o prevenir lesiones y patologías, cada uno en el ámbito de sus competencias.
Pablo Herrera, vicedecano del CPFCM, explica que “desde que se produjo la pandemia hemos visto cómo aumentaban los casos de intrusismo. El foco está en toda la atención sanitaria, como la Fisioterapia, pero también se ha detectado en el entorno de los preparadores deportivos, nutricionistas, etc. Es un problema creciente, alimentado porque ha habido más necesidad de tratamientos con el empeoramiento de la salud de muchos ciudadanos (enfermos de coronavirus, mayores con restricción de movilidad, etc.) y por las dificultades económicas que empujan al paciente a buscar servicios baratos y a otros profesionales a encontrar un hueco para trabajar”.
Y añade que “otro foco de atención en donde se ha percibido un aumento de intrusismo son las redes sociales. Están proliferando los perfiles que publican contenidos sobre terapias y tratamientos para determinadas patologías, pero detrás de muchos de ellos no hay especialistas sanitarios. Este ámbito tiene relevancia por su gran repercusión entre la población y la rapidez en que se viralizan los contenidos, y puede llevar a difundir información errónea que contribuye a la confusión y el perjuicio de la salud de las personas”.
Las implicaciones para la salud de los pacientes son importantes:
.- No tener diagnóstico: un profesional que puede ser habilidoso para dar un masaje, por ejemplo, si no es fisioterapeuta titulado, no puede proporcionar un diagnóstico o una valoración de la patología del paciente ni pautar un tratamiento.
.- Empeoramiento de la dolencia: sin el tratamiento adecuado no solo puede que un problema no se cure, sino que empeore. En pacientes neurológicos, por ejemplo, no tratar de forma correcta y a tiempo una patología puede suponer que el paciente no recupere toda la funcionalidad. Hay tratamientos en donde la intervención temprana es primordial.
.- También puede suponer un exceso de tratamiento, porque no todos los problemas hay que tratarlos ni requieren tratamientos largos: el código deontológico protege al paciente en este sentido.
.- Además, un sanitario es capaz de atender una emergencia con un paciente porque está preparado para ello.
Pablo Herrera explica cómo desde el CPFCM han colocado al intrusismo en el foco de sus actuaciones: “en el Colegio existe una comisión de trabajo sobre este asunto. Uno de sus objetivos prioritarios ha sido, justamente, animar a los fisioterapeutas a detectar y denunciar los casos que encuentren. Desde ella, informamos, asesoramos y hacemos seguimiento de las denuncias, colaborando también con los organismos administrativos competentes para agilizar su resolución y estamos consiguiendo cada vez mayor eficacia: que se retiren publicidades engañosas y que los casos lleguen a sanción, aunque muchas veces son bastante complejos”.
Recomendaciones
La información cumple un papel esencial en este proceso. El Colegio plantea como consejos básicos a los pacientes exigir a los profesionales que les traten:
.- Titulación universitaria: Siempre que necesite atención tiene que acudir a un profesional sanitario que tenga la titulación universitaria que acredite su especialidad, ya sea médico, enfermero, psicólogo, nutricionista, fisioterapeuta, etc. Acudir a un especialista es la única garantía de que es alguien capacitado para evaluar y tratar su problema específico. Muchas veces se esgrimen ante el paciente titulaciones que no existen, como la de auxiliar de fisioterapia.
.- Que sea un profesional colegiado, lo que supone que está capacitado legalmente para esa labor y cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubre a ambos, paciente y profesional, ante cualquier eventualidad;
.- Pedir factura: solo los profesionales sanitarios pueden ofrecer una factura exenta de IVA. Los profesionales no sanitarios tienen que cargar el 21% de impuesto.
Videoconsejo de febrero
Una de las últimas actuaciones del CPFCM en este sentido ha sido la publicación de un videoconsejo que incide justamente en aclarar a quién acudir cuando existe una lesión o patología y en el que se remarca la figura de los profesionales sanitarios como los únicos capacitados para diagnosticar y tratar este tipo de patologías.
Los videoconsejos del Colegio se publican en el canal de YouTube del CPFCM desde el año 2013 con el objetivo de divulgar la labor de la fisioterapia.