Debido a su inmadurez, los bebés prematuros pueden tener diversos problemas de salud que afectan a su desarrollo motor, cognitivo y sensorial. Entre las afectaciones motoras más frecuentes están las alteraciones del tono muscular, dificultades para coordinar movimientos y un mayor riesgo de parálisis cerebral.
Ante el 17 de noviembre, fecha en que se celebra el Día Mundial del Prematuro, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) quiere resaltar la necesidad de adoptar un enfoque integral para mejorar la calidad de vida de los niños prematuros y sus familias, destacando que una intervención temprana es crucial.
Los prematuros que se encuentran en el hospital pueden recibir tratamientos específicos de fisioterapia desde los primeros momentos de vida.
“La intervención temprana de fisioterapia se convierte en un factor importante para garantizar que estos niños y niñas puedan alcanzar su máximo potencial. Aunque no se aprecien dificultades en el bebé, el hecho de nacer antes de tiempo es un riesgo biológico para el desarrollo y sería beneficioso anticiparnos y trabajar desde la prevención para minimizar la posible aparición de ciertos problemas futuros y tener un mejor pronóstico para el desarrollo motor y neurológico”, explica Virginia Zamarreño, presidenta de la Comisión de Atención Temprana del CPFCM.
Qué aporta la Fisioterapia
El abordaje de la Fisioterapia en estos casos está enfocado, sobre todo, a tratar posibles alteraciones en el desarrollo, fortalecer la musculatura, mejorar la coordinación motora y facilitar la adquisición de las habilidades que necesitan los bebés para prosperar.
Los fisioterapeutas expertos en Atención Temprana trabajan en estrecha colaboración con pediatras, neonatólogos, logopedas y otros profesionales sanitarios para brindar un tratamiento personalizado y multidisciplinar a los bebés prematuros.
El CPFCM recuerda que las sesiones de fisioterapia con los prematuros deben tener en cuenta los tiempos de recuperación y de esfuerzo del bebé. También hay que entender que sus sistemas vitales están en desarrollo; sobre todo, el sistema respiratorio presenta inmadurez.
“El abordaje en estos niños comienza con cuidados neonatales para estabilizar y facilitar funciones vitales, como respiración o comer, seguidos de cuidados posturales y posteriormente una intervención temprana en el desarrollo motor”, indica Zamarreño.
“Es recomendable que los prematuros reciban un seguimiento periódico en Fisioterapia en toda la etapa más sensible del desarrollo, hasta los tres años de edad corregida. Se atienden con especial cuidado los primeros meses de vida, y momentos donde suceden grandes hitos motores como el inicio de la marcha, los primeros intentos de correr o los primeros años de escolarización, ya que en cada una de estas fases pueden surgir necesidades específicas, como dificultades para realizar alcances, desplazamientos, chutar una pelota u otro tipo de juegos motrices”, continúa Virginia Zamarreño.
Este seguimiento continuo por un equipo multidisciplinar permite detectar y abordar de manera oportuna cualquier dificultad que pueda surgir en su desarrollo motor y evitar que esto suponga un impacto negativo en su función y participación.
Apoyo a las familias
Dentro de las funciones del fisioterapeuta en la intervención con prematuros está el acompañamiento y la formación a los padres en cuestiones como la prevención de complicaciones, el manejo de situaciones de estrés respiratorio, alternativas de estimulación o ejercicios terapéuticos.
El apoyo a las familias resulta clave, brindándoles herramientas y orientación para que superen los desafíos que se les pueden presentar, resolviendo dudas, empoderándoles en el manejo y estimulación de sus hijos y acompañándolos en el proceso.
El recién nacido prematuro suele ser especialmente sensible a los diferentes estímulos, tener un llanto irritable o dificultades tanto para la alimentación como para la digestión, y el fisioterapeuta es capaz de ayudar en todas estas situaciones. Entre sus funciones está la de enseñar a madres y padres a poder manejarlas, como facilitar la ingesta con la estimulación orofacial, calmar las digestiones o cólicos con masajes y posturas de calma, o cómo calmar el llanto irritativo con cierto tipo de movimientos y posturas perfectamente extrapolables al domicilio.
Por otro lado, tanto los objetivos a lograr como la terapia a desarrollar, siempre deberían ser aspectos consensuados con la familia.
Faltan fisioterapeutas
A pesar del enorme apoyo que puede ofrecer la Fisioterapia en estas situaciones, Zamarreño recuerda que “actualmente hay una escasa presencia de fisioterapeutas en las unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), siendo un aspecto que nuestra sanidad debería mejorar para brindar un mejor servicio a estos niños y sus familias”.
Una vez recibida el alta, en no pocas ocasiones, las familias tienen complicado el acceso a un servicio de Fisioterapia adecuado a sus necesidades.
En el caso de la Comunidad de Madrid, una familia que necesite acceder al sistema público tiene que solicitarlo ante el Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI), gestión que puede demorarse entre varios meses y un año, e incluso más. “Esto supone una atención nada temprana y una gran pérdida de oportunidades. Como consecuencia de esos retrasos, tienen que ser las familias las que hagan una búsqueda en consultas privadas, si pueden asumir su coste, para poder iniciar de manera temprana la Fisioterapia”, comenta Virginia Zamarreño.
“Además la Fisioterapia en Atención Temprana demuestra ser costo-efectiva, ya que mejora la calidad de vida, autonomía y funcionalidad de los niños prematuros y disminuye la discapacidad”, concluye Zamarreño.
Por este motivo, los fisioterapeutas madrileños solicitan un incremento de profesionales que pueda atender las necesidades existentes.