La fibromialgia es una enfermedad crónica, compleja, multifactorial y debilitante.

Alivio para el dolor incapacitante de la fibromialgia

La Fisioterapia puede ser una gran aliada para las personas con fibromialgia: aumenta el rango de movimiento y la capacidad aeróbica, mejora la elongación muscular y reduce el dolor.

Cerca de 275.800 personas están diagnosticadas con fibromialgia en España -más de 34.000 en la Comunidad de Madrid-, de las que cerca del 90% son mujeres, según datos de Afibrom, asociación sin ánimo de lucro dedicada a visibilizar la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica-encefalomielitis miálgica y la sensibilidad química múltiple.

La cifra real podría llegar a 1,5 millones de personas en España, ya que las asociaciones de pacientes señalan que se trata de una enfermedad infradiagnosticada, falta de unos protocolos adecuados y con un reducido número de unidades especializadas

Qué es la fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad crónica, compleja, multifactorial y debilitante, caracterizada por síntomas como dolor musculoesquelético generalizado y continuo.

Los criterios diagnósticos más recientes se basan en dos herramientas principales que reflejan la complejidad y las manifestaciones clínicas de la enfermedad: el Índice de Dolor Generalizado, que evalúa el número de áreas del cuerpo (de un total de 19) en las que el paciente ha experimentado dolor durante la última semana; y la Escala de Gravedad de los Síntomas, que mide la severidad de síntomas como fatiga, sueño no reparador, alteraciones cognitivas y otros síntomas somáticos.

Además, los criterios más actuales enfatizan que el dolor debe estar presente en al menos cuatro de cinco regiones corporales (región superior izquierda, superior derecha, inferior izquierda, inferior derecha y región axial).

Aunque no se ha logrado establecer aún la causa de la fibromialgia, se reconoce que intervienen factores genéticos, neurobiológicos y ambientales. Los eventos como traumatismos físicos, cirugías, infecciones o estrés psicológico significativo pueden actuar como desencadenantes en personas predispuestas, pero no se consideran causas directas. En muchos casos, la enfermedad aparece de forma gradual y sin un desencadenante identificable.

Además, se han identificado alteraciones en la forma en que el sistema nervioso central procesa el dolor, lo que contribuye a la aparición y persistencia de los síntomas.

Apoyo de la Fisioterapia

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) destaca que la Fisioterapia, dentro de un equipo multidisciplinar, puede aportar una gran ayuda a las personas con fibromialgia, reduciendo los síntomas y frenando el avance de esta enfermedad.

La Fisioterapia puede ser una gran aliada en el abordaje de la fibromialgia. No solo porque ayuda a aliviar el dolor sin necesidad de recurrir a fármacos, sino porque también favorece que la persona recupere confianza en su cuerpo y se mueva sin miedo. Y eso, en sí mismo, ya es un paso importante hacia una vida con mayor bienestar”, explica Aser Donado, fisioterapeuta del CPFCM.

Entre los beneficios que aporta el abordaje de la Fisioterapia, Aser Donado destaca que aumenta el rango de movimiento y la capacidad aeróbica, mejora la elongación muscular, reduce el dolor, mejoran la marcha, la propiocepción, el control postural y el equilibrio.

Técnicas

Entre las intervenciones fisioterapéuticas con respaldo científico en el abordaje de la fibromialgia destaca, sobre todo, el ejercicio terapéutico -tanto aeróbico como de fuerza-, por su capacidad para mejorar la función física, modular el dolor y aumentar la calidad de vida. Su implementación adecuada favorece una mejor movilidad, rendimiento muscular y adaptación progresiva a la actividad.

De manera complementaria, se pueden emplear técnicas como la terapia manual o la termoterapia (aplicación de calor local), así como dispositivos de electroterapia de baja evidencia, siendo el TENS el más aceptado por sus posibles efectos analgésicos. En algunos contextos, la hidroterapia -combinando ejercicio físico moderado y estiramientos- también puede contribuir a la mejora del dolor y del sueño, siempre que se integre dentro de un plan individualizado.

Más allá de las técnicas instrumentales, la educación terapéutica juega un papel clave en el tratamiento. Ayuda al paciente a comprender su condición, reduce creencias erróneas sobre el dolor y promueve un papel activo en su recuperación. La Fisioterapia contemporánea incorpora también el desarrollo de habilidades de afrontamiento, estrategias de autorregulación y un acompañamiento continuado que permita transitar los desafíos cotidianos. Este enfoque integral, basado en la evidencia y adaptado a cada persona, es fundamental para mejorar la autonomía y prevenir la discapacidad.

A veces, lo más importante no es encontrar una solución inmediata, sino sentir que no estás solo en el camino. La Fisioterapia puede ofrecer herramientas, acompañamiento y pequeñas mejoras que, sumadas, marcan una gran diferencia en la vida de quienes conviven con fibromialgia”, concluye Aser Donado.

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