La Fisioterapia es una disciplina de la Salud que ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.
Frecuentemente, se relaciona la fisioterapia o a los fisioterapeutas con el masaje, pero su arsenal de técnicas terapéuticas es mucho más amplio.
El fisioterapeuta es un profesional sanitario con formación universitaria. Sus competencias quedan recogidas en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias. La titulación ostentada es la de Diplomado en Fisioterapia (3 años). Según la nueva normativa, de adecuación al espacio europeo, será el Título de Grado en Fisioterapia (4 años).
Como profesional universitario su formación está garantizada por un Título Oficial, con las garantías de contenidos y horas de prácticas obligatorias que ello conlleva (unas 2300 horas de formación en la actualidad que se convertirán en más de 4000 con el nuevo Título de Grado en Fisioterapia).
Posterior a sus estudios universitarios, su formación se ve enriquecida con formación continuada en las técnicas y métodos más novedosos, siempre al amparo del aval que le proporciona pertenecer a la comunidad científica.
El fisioterapeuta puede ofrecerle múltiples soluciones a sus problemas de salud, garantizando siempre su seguridad, fiabilidad y eficacia.
La fisioterapia y, en concreto, el fisioterapeuta, como agente de salud, trabajan para la prevención, curación y paliación de los problemas musculoesqueléticos y posturales.
El fisioterapeuta desarrolla su labor en cuatro grandes campos:
Partiendo del concepto actual de Salud, los fisioterapeutas actúan desde tres niveles: primario (prevención, educación y habilitación), secundario (curación de procesos) y terciario (tratamiento de recuperación funcional en patologías y procesos ya instaurados y crónicos). Por lo que tendrán presencia en: