Según asegura el profesor asociado de la Universidad Cardenal Herrera (CEU) y secretario de la Sociedad Española de Fisioterapia y Dolor, Arturo Such: El ejercicio consigue resultados similares a los tratamientos con fármacos, pero carece de efectos secundarios y sus beneficios perduran hasta dos y tres meses después.

En palabras de Such, la única modalidad que es beneficiosa para el dolor articular en sí misma es el ejercicio. “Si no hay movimiento no hay mejora, sin embargo, una persona con dolor no va a ser capaz de correr y es ahí donde entra en juego el fisioterapeuta para prescribir un ejercicio terapéutico acorde a cada persona y que se realizará de forma dosificada”, señala. El profesor explica también que “durante la fase aguda, el paciente necesita educación sobre lo que le está pasando y sobre cuál va a ser la evolución más probable así como sobre qué tipo de ejercicio especifico debe realizar”. “Los pacientes con dolor crónico suelen tener miedo al movimiento, pero cuando el paciente vence este miedo, el dolor se reduce de manera casi inmediata”, afirma y es aquí, según Such, donde el papel del fisioterapeuta es fundamental.

PARTICULARIDADES DE LA FISIOTERAPIA DEPORTIVA

La fisioterapeuta de la Real Federación Española de Natación, Mónica Solana, por su parte, incide en el hecho de que, en este ámbito, el abordaje terapéutico es diferente y “dependerá totalmente de las prioridades y objetivos deportivos del paciente”. Así, afirma que “en muchos casos las pautas y calendario de los deportistas, condicionan a los fisioterapeutas una manera de proceder muy diferente”.

Otra de las diferencias que se presentan en Fisioterapia Deportiva, según asegura Solana, es la inmediatez que requiere el proceso en estos casos en los que además, “es imprescindible el trabajo en equipo y dejarse ayudar por otros fisioterapeutas que dominan otros tratamientos”.

En esta línea, desataca la importancia de la prevención ya que, generalmente, en el deporte “no suelen llegar lesiones traumáticas”, por lo que prevenir que se produzcan constituye una de las partes de trabajo. “El reto está en que, una vez resuelto el problema, el deportista pueda entrenar de nuevo al máximo nivel posible”, concluye la fisioterapeuta de la Real Federación Española de Natación.

EL ORIGEN DE LAS LESIONES

Por otra parte, el profesor del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de A Coruña, Sergio Patiño, explica el papel que juega el sistema nervioso en la aparición de lesiones comunes en el deporte y apunra al estrés repetitivo como causa de la mayoría de las lesiones en los corredores.

Patiño declara que, hasta el 70 por ciento de los corredores, se lesionarán a lo largo de un año de actividad, concentrando las lesiones, en la mayoría de los casos, en el tobillo, la rodilla o la pierna, y siendo consecuencia del estrés traumático en “hasta el 20 por ciento de los casos”.

Sobre este tipo de lesiones, que pueden ser síndrome doloroso plantar y síndrome doloroso anterior en la rodilla, entre otros, destacó que producen un dolor muy gradual que provoca “que muchas veces el paciente no sea consciente de la lesión, y que esta se encuentre ya muy instaurada cuando acuden a la primera consulta”.

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